viernes, 24 de diciembre de 2010

La Navidad encima

Todos felices o apáticos, y yo corriendo,
me venía muy mal ahora la navidad.
Tengo varias entradas esperando, no me olvido,
pero la vida sí que no espera.

Disfrutad de la noche más larga del año y del resto de días!

martes, 21 de diciembre de 2010

Paris nevado

Nunca te deja indiferente, esteticismo grandilocuente y meditado, estimulación de los sentidos con refinamiento y cuidado en las formas. Grandeur en las calles mientras en los túneles del metro el torrente humano corre ansioso, desganado y sin luz, embotado de trabajo y afán. Demasiada superficie, demasiado brillo que no respira. Pero tanta belleza!

París es un cúmulo de simbología contemporánea, irónica y paradigmática: El Ministerio de Justicia rodeado de joyerías lujosas, la Plaza de la Concordia con un botín de guerra egipcio, el recuerdo de la guillotina y un tiovivo, las bicis de uso público siempre en calles ocultas, y las calles principales con coches de cristales oscuros, la Torre Eiffel tan inútil como bella al servicio del tópico y el orgullo nacional, el Arco del Triunfo grabado con nombres de derrotas, el Louvre exhibiendo expolios. El ejemplo a seguir. A veces es mejor seguir engañándose pensando que todo fue bien y que la culpa es de otros. Y disfrutar de París!


lunes, 6 de diciembre de 2010

Bogotá IV

Veo las noticias sobre estas lluvias y sus efectos. Parecen realidades diferentes. Hoy ha sido un dia soleado y de nubes algodonosas, ni una gota de lluvia.

El ambiente de la ciudad era ocioso y prenavideño. He vivido la experiencia de un rally urbano en una buseta, aprender en el Botánico el nombre de árboles ya conocidos durante mis excursiones, sorprenderme con el ambiente de las clases medias-altas y despedirme de amigos que me han acogido como familia.

La cuenta atrás ha comenzado y apenas me queda tiempo para todo lo planeado.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Villa de Leyva

Precioso pueblo colonial blanco, de balcones de madera y calles empedradas tan incómodas que uno no puede mirar al cielo y caminar a la vez. Qué obliga a la comunidad a guardar esta tradición? La identidad. Identidad vs comodidad.

Caminatas y paseos en bicicleta por zonas agrícolas o de montaña, y visitas culturales: bodega de vinos en Colombia! Tienen una cosecha cada 8 meses, y suplen los meses de invierno con una poda. Los vinos no eran excelentes, pero ya era un milagro conseguir producir ese vino aquí (las cavas mantienen humedad y temperatura artificalmente...). No sé si compensa tanto esfuerzo. En plena cata, dos colombianos me preguntaron: "para qué huele la copa?" fue muy espontáneo e inocente, y con la misma frescura les expliqué brevemente. Aprendimos mucho unos de otros.

Bogotá - Zipaquirá

Bogotá de paso, sigue loca, fría y lluviosa. Huyo hacia el norte, a Villa de Leyva.

Parada rápida en las minas de sal de Zipaquirá. Han aprovechado las enormes galerías subterráneas para hacer una catedral, algo kitsch pero impresionantes. Y muy rentables turísticamente. Pienso en los conceptos arquitectura, agujero, religión, sal.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Rio Claro

Una parada perfecta entre Medellín y Bogotá. Es un Parque de actividades y aventura en una garganta natural de roca y vegetación tan intensa que asusta. El alojamiento es abierto, ves la jungla desde la cama y duermes con su ruido. Hice una excursión de espeleología, fluir dentro de una enorme matriz, húmeda y orgánica, en medio de una oscuridad acogedora. Dejarse llevar por el agua dentro de esa enorme vagina hasta salir a un río luminoso. Oír los gritos amenazadores de los guácharos, ver luciérnagas intermitentes, escolopendras fortificadas, arañas concienzudas, hormigas culturistas en procesión verde, lagartos descarados. Serpientes no quisieron aparecer, aunque siempre las confundía con ramas. Probar pescado fresquísimo y zumos excitantes. Dormir pronto porque no podía hacer otra cosa en la oscuridad. Me costó salir de allí.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Medellín II


De nuevo locura urbana. Día de visita al Jardín Botánico, a un cementerio céntrico, a las calles comerciales y al cerro Cutibara. Pero lo mejor vino por la noche, por fin pude salir de marcha!.

Lo hice con Augusto, argentino de 30 años, recién despedido del trabajo y aprovechando para viajar desde Venezuela hasta su país bajando por la Panamericana. Fue divertido vivir la noche. Primero cenar con mariachis ambulantes en una terraza, y luego rumbear por la zona de la 70. A la entrada del bar nos registraron, no se permitía la entrada con armas. Un consuelo. La música no podía ser otra: salsa, cumbia y vallenato. La bebida es aguardiente en combinado y con mucho hielo. La forma de relacionarse es diferente, más directa y sin apenas conversación mientras bailan, concentrados en acoplar sus cuerpos con el ritmo, el volumen de la música tampoco ayuda a conversar. La iniciativa la tiene el hombre, así que las mujeres esperan a ser elegidas. Algún dia cambiará, y entonces podemos prepararnos.


A veces viajar no significa descubrir un país, sino buscar un paraíso personal soñado: la aventura de entrar en zonas vírgenes, la sensación de ser pionero (o misionero), cortejar mujeres exóticas y sensuales, (la larga sombra del colonialismo agazapada en nuestra cultura). "Quiero tener sexo con una colombinana antes de irme", me decía Augusto con cierta inquietud, porque era su última noche en Colombia. ¿Hay un modo nacional de tener sexo? La nación, ese invento reciente, ¿marca tanto como para definir nuestra forma de relacionarnos en la cama? ¿Esto explicaría el turismo sexual? Augusto no pudo cumplir ese sueño, los colombianos se relaciona más bailando que hablando. Y él es argentino.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Medellín

Llegar por la noche a esta ciudad es un regalo. Laderas de un valle llenas de luces, un manto de luciérnagas naranja abrazando la noche. Por el día la ciudad vanidosa y autoconsciente acelera el paso, contaminando y consumiendo. No encuentro ni sombra del tópico de violencia de hace años, Medellín recuerda a Barcelona, ciudad cool, con buen clima, hedonista, cultural y negociante que se convence a sí misma de su esencia emprendedora y de impulsar una sociedad cívica y participativa a base de consignas. Es ambigua esta actitud, energética pero también un punto orweliano de mundo feliz.

Sus museos son interesantes, pero no tanto como las calles bulliciosas. Obras de Botero eran observadas por Boteros reales y de improviso un Miquel Barceló me conectó África con Europa desde América. Las iglesias estaban abarrotadas a cualquier hora, con un fervor inusitado. La ciudad se mira complacida desde los brillantes teleféricos, la activa Biblioteca de España es un alienígena arquitectónico que funciona en medio de un barrio pobre. Niños jugando alrededor de militares armados.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Manizales



Una montaña cubierta por una ciudad, desparramada en laderas y torrentes a dos mil metros de altura. La principal razón para venir aquí es el ascenso al Nevado del Ruiz, pero con el mal tiempo sólo quedaba curiosear por sus cuestas, tiendas e iglesias, dos en concreto me llamaron la atención, una de cemento, fría como un bunker, y la otra de madera, cálida y acogedora como un barco. La zona turística se mantiene limpiamente aislada de la vida corriente, y su mercado, demasiado orgánico, se oculta en un barrio cercano pero invisible.


Aproveché para visitar un parque temático natural marcado, controlado, y facilitado para un acercamiento divulgativo general: nada de esfuerzo, ni riesgo. Gracias a la lluvia me pareció más salvaje, a pesar del pavimento del sendero. Las orquídeas fueron las grandes protagonistas, explosión sexual permitida.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Pereira

La guía dice que esta ciudad del eje cafetero no tiene interés turístico. Esa es su salvación. Pereira se mantiene efervescente y salvaje, sin tener que fingir ante las visitas. Mercadillos oscuros, vendedores de milagros, jugadores de ajedrez, curanderos, abuelos limpiabotas, mujeres rezando el rosario con escotes vertiginosos, top mantas ocupando todas las calles. Frases antológicas como "Bienvenido, pero sin chismes" o "Este negocio es de Dios, yo se lo administro".
Su catedral me dejó sin aliento, aérea, boscosa, industrial. De planta románica pero con una estructura ingeniera y construída con materiales orgánicos: madera! Sorprendente combinación de conceptos.

Ps: Ayer, volviendo al hotel, me encontré a Patrick, el irlandés de la excursión, en un bar de la plaza, aferrado a una cerveza en compañía de dos gays que me invitaron a tomar aguardiente. No sé cómo acabó, yo me escapé en cuanto acabé el trago.

martes, 23 de noviembre de 2010

Valle de Cocora

Excursión por torrentes, vadeando ríos, sorteando barro y alucinando con los colibrís. El paisaje es espectral y cambiante por la niebla que rodea sus enormes palmeras fantasmales. El verde eléctrico y vibrante de la hierba aumenta la sensación de irrealidad.

Me ha acompañado Patrick, viajero irlandés alto y desgarbado, lleno de historias divertidas y rabia por sus políticos. El campesino Ómar nos recibió en el porche de su granja con un chocolate caliente y queso, y me contó sus experiencias en Cataluña. Su hija sigue allí, él no soportó tanta soledad. De vuelta al pueblo más viajeros que encontramos en la excursión compartimos comida y experiencias. Yo era quien viajaba menos tiempo. "Algo estás haciendo mal", dijeron.
Al atardecer un hábil domador de caballos hacía filigranas sobre un brioso potro negro. Le llevó cinco meses dominarlo. Ojalá fuera tan fácil dominar otras naturalezas personales. Acabé en el Bar Danubio, todo hombres, una barra, billares y jugadores de cartas que susurraban rancheras de amor. Baladas como único modo de acercarse a las mujeres, o quizás para alejarse de ellas.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Cali

Cali por el día es un poco menos amenazante que de noche y mucho más orgánica. Buscando iglesias acabé en un mercado con frutas, menaje, zapatos, adornos de navidad y sanadores. Entre hierbas, pócimas y cabezas jíbaras reducidas estaba la señora Salvadora, quien me conjuró collares para traer buen fario con líquidos de plantas, gestos rituales y su propio aliento. Las iglesias, donde seguían insistiendo en la obediencia, la sumisión y el pecado de estar vivos, me parecieron menos vivas.

Salí pronto de Cali para Armenia y de allí a Salento, un lugar turístico de montaña atestado de turistas locales de fin de semana. En la plaza de este pueblo he cenado trucha y patacón, frente a un guarda de seguridad con un parche en el ojo, polillas brillantes y cocineras cantando rancheras.

Estoy fascinado por la vida y costumbres de las pulgas. No entiendo cómo la que se ha encaprichado de mí es capaz de seguirme en mi frenético viaje, ni sus horarios alimenticios. Inevitable sentirme identificado con las tallas de cristos caídos y carcomidos de las iglesias coloniales.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Tierradentro - Inzan - Popayán - Cali


El mercado de Inzán, colgado sobre una ladera en medio de montañas poco accesibles, no es gran cosa, pero reúne a campesinos de alrededor, lo que es impagable: indios, mulatos, indígenas buscando herramientas o trayendo sus productos. Van y vuelven cargados sobre las "chivas", camiones enormes pintados de colores. Exotismo puro y cotidiano. Me ofrecieron frutas tropicales, libros de magia negra, panes de yuca y maíz, truchas para mejorar la vista, botas de plástico para los charcos.


Popayán fue una parada breve tras una carretera tan bonita como peligrosa. Visité sus calles blancas y enrejadas como en Andalucía, sus iglesias llenas de dolor y sangre, y sus pequeños museos, como el de Historia Natural, con vitrinas de animales disecados, fascinante quietud reseca rellena de serrín, algo carcomida y de brillo acartonado, el sueño decimonónico de la clasificación y el control de la naturaleza.


Llegué a Cali de noche, cuando es más amenazante. He dado una pequeña vuelta por una zona de marcha pija, sólo he visto poses clasistas y camaradería de clase. Me recordó el museo de horas antes. Hay algo de taxidermia en esta fauna, un punto de artificio, aislados, estéticamente colocados y repeinados. No negaré la belleza legendaria de las caleñas, pero su altanería e inmovilidad barnizada no les favorece.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Tierradentro

Necesitaba parar un poco, tomar cotidianeidad y aquí lo he conseguido. Hoy había mercado en San Andrés, 10 puestos literales con cosas básicas, pero con toda la gente del pueblo alrededor, hablé con todo el que se puso a tiro, todos tenían algo que contarme o preguntarme. Desayuné un contundente tamal (arroz y patata con pollo cocidos en una hoja de palma) y una empanada de crujiente masa de maíz y me puse en camino por un sendero brumoso hacia Santa Rosa, un pueblo Paez anodino y aislado. Encontré niños sonrientes, otros pasmados, gallinazas (entre buitre y urraca), caballos, ranas, barrancos, cafetales y platanales.
De vuelta visité los hipogeos precolombinos más espectaculares, sobre lomas y en forma de choza
con pinturas. Impresionante bajar a ellas por escaleras de caracol talladas en la roca, la soledad húmeda en esas tumbas tan acogedoras. Una fuerza telúrica sobria poco colombiana.
A la tarde había un "evento cultural" en San Andrés organizado por el colegio. Consistió básicamente en nacionalismo (bailes regionales, artesanía, comida) y capitalismo hedonista (pase de modelos de una tienda local). El signo de los tiempos. Los perros que paseaban entre los esforzados modelos locales, asustados y sin entender nada, me pusieron los pies en el suelo.

viernes, 19 de noviembre de 2010

San Agustín - Tierradentro

Lo conseguí, estoy en Tierradentro tras batir mi récord: cuatro transportes y 10 horas para recorrer 280 kilómetros entre montañas. Las carreteras estaban cortadas con desprendimientos por las lluvias. Además hubo tres paradas indefinidas, en Pitalito, en Garzón y en La Plata, sin saber si tendría que dormir en algún cuchitril local, esperando. Un pulso a la impaciencia y la fatalidad. No me aburrí, en dos taxis compartidos que tomé estuve rodeado de mujeres: indias, mestizas, criollas, con hijos, con nietos, gordas, muy gordas, discretas, agotadoras, tuve de todo. Las mejores las abuelas, libres de la necesidad de coquetear.

Tierradentro está entre montañas y es conocido por sus tumbas subterráneas de casi 2000 años. Su naturaleza no es tan espectacular, pero se combinan bien naturaleza y cultura, en un circuito de 5 horas de caminata por las montañas. Además hay cerca asentamientos de indígenas Páez, con sus bombines, ponchos, faldas de azul eléctrico y botas. Sorprendentes!
Es un entorno muy rural que saca dinero extra con el turismo: Ayer cené en mi "hotel" viendo a los niños en pijama dando las buenas noches a la familia. Hoy he despertado frente a un bosque florido de bambú y con mordiscos de pulga y mosquito. Ahora estoy en un "ciber": es el ordenador de la familia en el salón de su casa particular: tengo a la abuela detras viendo la tele, a los niños al lado haciendo los deberes y a la madre haciendo la cena en la mesa del salón. Los bebés lloran y me miran desconsolados. Y fuera llueve y truena tanto que dan ganas de quedarse a cenar.
Cualquiera pensaría que es una necedaz no salir mañana viernes para Cali, y aprovechar el fin de semana donde están los mejores lugares para la juerga, dicen. Yo creo que me quedaré por aquí hasta el sábado, que hay mercado.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Bogotá - San Agustin

A menudo las capitales a las que solemos llegar a un nuevo país actúan como vacunas para el resto del territorio. En cuanto salí de Bogotá recuperé el sabor del viaje. Para la lluvia compré un enorme paraguas que me sirve de bastón. Para el miedo, he aprendido a ver como señal de seguridad la frecuente presencia armada y ya interpreto la actitud protectora de los colombianos como una forma de intentar borrar la imagen de peligro asociada al país durante años.

Decidí seguir la ruta sur, más discreta y solitaria que el espectacular norte (Cartagena, Tayrona, Ciudad Perdida). Había olvidado ya el extraño placer de estar 12 horas en tres autobuses con música a tope para recorrer 530 km de camino a veces tortuoso y otras frenético, con dolor de rodillas y todos los esfínteres debidamente cerrados. Pasar poblaciones con sus mercadillos, bares de carretera, vendedores ambulantes de productos locales, controles militares, moteles para parejas, entierros con mariachis (está de moda, me decían). Iba al desierto andino de Tatacoa, pero a mitad de camino decidí pasar de largo y seguir hasta San Agustín, una zona arqueológica en los Andes orientales, cerca de Ecuador. Llegar de noche con el cuerpo desencajado, con ganas de nada y de todo: comer, beber, dormir.
San Agustín es una comunidad rural cafetera ocupada por el turismo de fin de semana. Fue dulce despertar aquí y arreglar cosas de intendencia tratando con su población, siempre amable, algo desconfiada y poco dotada para explicar direcciones. El Parque Arqueológico me provocó estrabismo, un ojo admirando las tallas de hombres-leopardo y el otro sobrecogido por una jungla espesa que lo acoge, con tecas, palmeras, helechos arborescentes, lianas, flores sorprendentes y muchas otras que no conocía. Las texturas y colores de su vegetación deja un poco perdido, sin saber asimilarla. La experiencia de la lluvia en la jungla hay que vivirla. De vuelta en el pueblo comí en una casa familiar, rodeado de mujeres de todas las edades hipnotizadas por un culebrón previsible.
La tarde pasó esperando un bus local que llegó lleno de campesinos, niños, abuelas y sacos, sin un hueco para un turista. Me eché a andar sin rumbo fijo, saliendo del pueblo. Un vendedor de esmeraldas me proporcionó un guía de 13 años para visitar bajorrelieves en la garganta del Río Magdalena. Un guía sirve sobre todo para ver el país a través de sus ojos, así que no paré de preguntarle cosas mientras andábamos por barro hacia un paisaje espectacular de laderas cubiertas de cascadas. Volví al atardecer de cielo despejado, custodiado por los perros del barrio y algún carromato.

Hoy caeré en la cama muerto. Mañana me esperan varios buses hasta llegar a Tierradentro (eso confío!)

lunes, 15 de noviembre de 2010

Bogotá III

Domingo nublado en Bogotá, adaptándome al nuevo horario y al país. Ya no me choca tanto desayunar delicioso chocolate caliente con huevos revueltos y brioche.
Visito iglesias, algunas vanidosas, otras hermosísimas, sobrias y apasionadas, creando extrañas culturas de interesecciones entre el viejo y el nuevo mundo. Cuadros atormentados donde sólo hay infierno, otros recuerdan a Caravaggio, Latour o Velázquez. Celosías marcando diferencias.
La calle 7 está tomada por los ciclistas y patinadores, una sociedad que insiste en participar cuando le dan ocasión.
El Museo del Oro va más allá del valor de este metal y descubre maestría y cosmogonías locales, animales y las geometrías en oro. Los objetos de poder, siempre tan prepotentes, planos y evidentes, fueron los más aburridos. Las salas seguían llenas de bogotanos curiosos.
Mercadillos dominicales bajo una persistente lluvia, unos más populares, otros más cuidadosos. Apenas ví diferencias en un rastro español. La globalización?
Gastronómicamente mi anfitrión me ha hecho disfrutar de un menú vegetariano y me ha descubierto la guanabana, una enorme chirimoya con un punto de sabor a pegamento, lechosa y cítrica. Deliciosa.
Y la gran estrella: El festival de la chicha, entre los barrios de la Macarena y la Perseverancia. La chicha es una bebida popular de maíz fermentado, muy nutritiva y con unos 4 grados. Su textura es de crema espesa, con un color dorado o incluso tostado y un olor ácido fermentado y sabor algo dulce de maíz y trigo tostado, con acidez y algo de burbuja en boca. Es muy fácil de beber y de emborracharse con ella. Nadie la comercializa industrialmente, y era tan barata que la llegaron a prohibir porque le hacía competencia a la cerveza. La fiesta estaba llena de gente sencilla reunida, bailando, bebiendo y compartiendo. De nuevo he sido testigo de la hospitalidad colombiana hasta que la lluvia me echó de nuevo.
Mañana dejo Bogotá y aún no sé hacia dónde iré, sur o norte, depende del tiempo.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Bogotá II

De día Bogotá asusta menos. Hay un ambiente fértil (humedad, verdor fascinante y desconocido, parejas apasionadas en público) y también opresivo (pobreza, policía ubicua muy visible). La ciudad se divide básicamente en zonas seguras y no seguras. Todos la perciben así, imposible no entrar en ese juego algo siniestro. En Colombia la alegría y el miedo son especialmente contagiosos.

Subo al mirador de Monserrate. Mirando desde arriba la ciudad fundada por los conquistadores soy consciente del uso de la ciudad como instrumento de control social.

Quedo con amigos colombianos, tan amables. Me enseñan la Bogotá familiar, de restaurantes cómodos y generosos, de centros comerciales fáciles y ordenados, de jugueterías coloristas.

Su hijo Juan fue la estrella brillante y discreta, de profundos ojos negros y de alegría tranquila. Juan es empático, asertivo, cariñoso y casi un chamán. Una vez le dijo a su madre: "vosotros no me trajisteis, yo os elegí". Y también "tú eres la diosa águila que me enseñó a volar". Con 6 años de edad.

De noche paseé por una Candelaria extrañamente solitaria, las basuras estaban desparramadas por las calles, los pobres eran los responsables de ese desorden, hurgaban en ellas para obtener su oro reciclable: latas, botellas, chapas, alguna ropa, un bocado. Quizás no tuvieron una diosa águila como el niño Juan.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Bogotá I

Siempre ocurre igual, después del viaje llego muerto a la habitación y un resorte interno termina haciéndome salir para darle un tiento a la nueva ciudad anochecida.

He visto el Septimazo, actividad participativa en la calle 7a, desde vender artesanía, pasando por comida rápida, hasta actuaciones de malabares o de grupos de música. Toda la calle llena de ganas de vivir.

Me sorprendió mucha policía, pintadas revolucionarias (por qué en América parece tan posible la utopía?), tres jóvenes en medio de la calle golpeando a otro haciendo ruidos sordos, dos borrachos jugando a ajedrez...

Estoy en Alterego Hostel, estratégicamente situado en el barrio colonial de la Candelaria, nada del otro mundo pero muy atentos, cama por 9 euros.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Colombia 2010: Preparativos

Un viaje supone romper con lo cotidiano,
aunque nuestra sociedad insista en integrar el viaje
como algo normal y parte de nuestra vida.

Esta vez no quería irme de viaje.
Estamos obligados a viajar?
Quizás lo revolucionario ahora sea parar.

Por qué Colombia?
porque es un destino poco turístico,
cálido por la gente y por el clima,
con naturaleza y cultura interesantes.
Tengo mucha curiosidad.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El Prado, BSO

Visito herido el Prado. Busco al Greco y el último Goya.
Rehúyo al liviano Velázquez y su dolorosa perfección,
pura falsedad.

Por primera vez observo estos cuadros con música.
Dominique A, Massive Attack y Velvet Underground,
embutiéndome en la piel de esos santos, brujas y sombras.

martes, 5 de octubre de 2010

Venecia, 17 Bienal de Arquitectura


Venecia guiña al mundo y atrae una nube de sueños lánguidos. Mujeres ricas jugando con entusiasmo infantil a ser cortesanas enmascaradas, una flautista nórdica temblando en la oscuridad sobre tacones sadomaso, pensadores tristes sondeando la imaginación contemporánea, mujeres insecto reconociéndose a distancia en vaporettos ondulantes, hombres vanidosos ostentando poder, sonrisas vestidas de rojo en góndolas negras, uñas rusas de fantasía portando pizzas fragantes, revuelo de cámaras alrededor del tópico, la ilusión de la inspiración en la punta del lápiz.



Biennale de Architettura

Las “artes” se miran unas a otras, travestidas y bastardas, hasta reconocer y no reconocerse. Al final se busca el concepto motor, germen de ideas, paraísos artificiales. Otro parque temático de la creatividad. Me gustaron:

- Christian Kerez: modelos estructurales, espacios sin columnas vertiginosos.


- AMID.cero9: pabellón fucsia en el valle del Jerte

- OMA: reflexión descarnada sobre la política de restauración.

- Atelier Bow Wow: casas adaptadas al espacio y a las necesidades del usuario.

- Pezo von Ellrischshausen Architects, proyectos monolíticos devorados por el paisaje.

- Open source design network: Proyectos abiertos accesibles

- España: IAAC, Fablabhouse, formas redondeadas y orgánicas.


Rotor

- Bélgica: Rotor, Usus/Usures: el uso, el paso del tiempo. Sobrecogedora simplicidad.


- Holanda: Vacant NL, registro de edificios vacíos.

- Japón: ciudades y poder, movimiento Metabolism.


P. Beesley

- Canadá: Philip Beesley, Liminar response architecture.

- República checa: Mobile Food Collective: arquitectura en Madera poco práctica.

- Israel: Arquitectura de los Kibutz, propaganda política.

- Finlandia/Noruega/Suecia (pabellón bellísimo de Sverre Fehn,1962): Public Spaces: A movable Chapel, (paz y silencio, atmósfera de bosque), Outdor fireplace, Finland Pavilion Kirnu, Norway pavilion.

- Dinamarca: La ciudad habitable.

- Finlandia: colegios (pensar los espacios de los niños para su educación).

- Austria: Dendriticity.

- El Pabellón de Venezuela estaba cerrado!


Transsolar y Tetsuo Kondo

- Transsolar y Tetsuo Kondo Architects: Cloudscapes (andar por las nubes!)

- Antón García Abril, ejercicios de equilibrio

- Studio Mumbai Architects, la idea de oficio, cerca de los artesanos.


- Olafur Eliasson: Sutil, simple, casi infantil y tan poderoso.

- Toyo Ito & Asociates, Tai Chung Metropolitan Opera House (acabado en 2013)

- Janet Cardiff: Forty Part Motet

- Piet Oudolf: Giardino delle Vergini, bien diseñado, sutil y atractivo.


lunes, 4 de octubre de 2010

Vaga 29 S


La ciudad está levantada por la huelga. Ambiente de desorden (¿desorden=conflicto?, ¿qué es más importante, el orden o la razón? ¿quién tiene la razón?). Basuras tiradas, (¿visualizar lo oculto?, basura social, precariedad, extorsión). Ambiente de guerra, de provocación y enfrentamiento. Edificio en plaza Catalunya ocupado, dos partes muy definidas:

- la policía antidisturbios, samuráis de negro, agrupados y organizados como un ser articulado, la tensión agarrotada entre el miedo y la prisa por actuar. Plan claramente establecido, densidad, estrategia de amenaza y violencia puntual, control progresivo.

- Los antisistema: también uniformados y reconocibles. Entre la guerrilla y la no violencia. Acción no coordinada, ambigua, sin plan, improvisación, cardumen, entre el miedo y el divertimento, banalización de la violencia, sensación de juego, caras de placer y de agravio, no sistematizado, abierto.


Pero la vida sigue. Extraño ver moverse ambos grupos entre la masa observante, mayoritaria, a una distancia prudencial, asustados, curiosos o apáticos, como si no pasara nada o se acabase el mundo.

Resultado: el poder se aferra a su estatus y la mayoría de la gente tiene miedo de la violencia, sólo ven caos, descontrol y acaban pidiendo mano dura contra los antisistema. Un buen ejercicio de reflexión.


miércoles, 29 de septiembre de 2010

Mallorca

En principio, Mallorca parece abarcable, pero sus micromundos estiran la isla a dimensiones continentales.
El carácter mallorquín ha aceptado y acogido invasiones durante siglos, y así también permite ahora a británicos, franceses y sobre todo alemanes. Las poblaciones apenas sienten la distorsión de esta presencia peregrina que consume educadamente sin prestar atención a los locales, sólo al decorado.
La Sierra de Tramuntana es un laberinto embrujado que nos enseña incansablemente la salida dirigiéndonos hacia los acantilados, donde espera un mar enorme y acogedor con puntillas blancas. Y por el camino pinos, algarrobos, almendros, arbustos, cabras negras y atalayas mágicas.

sábado, 17 de julio de 2010

Mundial de Fútbol II 2010

11 julio

Fin de semana extraño, entre el agravio de una comunidad (la catalana) y la pasión de otra (la española). No hay fronteras simples, muchos compartieron los dos sentimientos, pocos fuimos ajenos a ambos. Los balcones reflejaron esa extraña dualidad, en silencio, sin insultos ni amenazas. Sentimientos callados a los que otros manipulan el volumen.


Me gusta pasear por la ciudad detenida en medio de un gran partido de fútbol. Pocas veces se siente de un modo inofensivo tensión y soledad de guerra. El placer y la sorpresa de oír las exclamaciones al unísono, sonido envolvente, unión de vida y arte, la performance artística perfecta. Coro de ruidos emocionales, como un corazón que late disperso en cada casa. No toda la ciudad vibraba, las zonas hoteleras y de negocios eran un lugar muerto. Unos recibían con tibieza el entusiasmo de “la roja”. Otros eran una sartén chisporroteando inquieta por las ventanas. Los bares desbordaban la gente en la calle, todos atentos a la pantalla, estatuas del tiempo detenido.

El momento orgásmico colectivo me pilló en la Rambla del Raval. Quedé reducido a una antena que recibía la pasión de cientos, miles, millones de personas a mi alrededor. Por fín fluía la alegría contenida, la calle floreció de ilusión y de una alegría irracional, pero tan integradora que emocionaba. La bandera española pintada en pieles oscuras, los tambores magrebís enviando energía y apoyo a la selección.

Ha ganado España. Lo peor viene ahora, hordas alcoholizadas de victoria, con pretendido derecho a botín ideológico. Banderas y consignas celosas que quieren borrar otras. La exclusividad de la victoria, de la patria, de la tribu. Nuestro sistema falla desde su propio origen competitivo y no inclusivo. Me refugio en casa, oigo cláxones, voces roncas arrancando “viva España” y “yo soy español”. Siempre pregunto qué significa ser español, sin respuesta. Afortunadamente el de hoy es un nacionalismo sin armas.


viernes, 16 de julio de 2010

Fast Forward 2010

Fuyuki Yamakawa Me dejó pasmado y a punto de entrar en trance. Minimalismo progresivo, orgánico, sobrecogedor. Escuchar su cabeza! y ver y oír su corazón batiendo, esa pierna de alambre levantándose así para golpear los platillos. El sonido khoomei, la diplofonía. Control de su respiración y de su corazón. Era casi impúdico, entrar dentro de éi, de sus sonidos. No sé si es real o una tomadura de pelo grabada, pero fascinante.


Masako Yasumoto zuizui chuchu: poco a poco fue construyéndose y defendiendo un estilo sugerente, onírico, a veces espasmódico, repetitivo y muy maquinal. Entre Mary Poppins, Buster Keaton y el muñeco diabólico.


Stringraphy Ensemble: A Memory of Forest, hadas e hilos infantiles expandidos, cuarteto de cuerda en forma de tela de araña que nos rodeaba. Tan ñoño e infantil que fue enternecedor. A veces está bien dejarse engañar.


Maywa Denki: Mechatronica

Un catálogo de productos robóticos musicales. Divertido y surrealista, muy japonés.


domingo, 4 de julio de 2010

Flamenco Nou Barris 2010

Cañizares

Me faltaron sangre, vísceras y arañazos. Era un producto procesado y limpiamente envasado, sin riesgos. Tuvo gran éxito.


Mujerez: Juana la del Pipa, Dolores Agujetas y La Macanita (que no pudo asistir).

Voces roncas y poderosas, voces de viudas enfadadas, de amantes heridas, de mujeres de armas tomar. Juana sólida y expansiva, voz seca como una rama. Dolores concentrada y frágil, escapándose por las rendijas del dolor. Por separado parecían dos voces similares, pero no funcionaron bien juntas. Espectáculo que prometía pero que no encajó bien, y la gravedad y duende se esfumó en el entorno frívolo de sus palmeros, los monaguillos revoltosos. Quizás demasiado espectacularizado o demasiado familiar? El público ovacionamos hambriento.


Manuel Jiménez Bartolo: 20 años pa tí.

No sabía qué pensar, el hombre borracho de flamenco hasta el éxtasis me dejó perplejo. Parecía sentirse a sí mismo tanto como para olvidar la esencia, Caracoleó por las normas hasta que desapareció la estructura y se volvió blando, superó el punto de cocción. Reconocía lo que veía, pero se diluía. Lo tenía difícil, actuar antes que Israel Galván, fue valiente.


Israel Galván, La Edad de Oro. David Lagos al cante y Alfredo Lagos a la guitarra.

Me hablaron de él en voz baja, como si fuera fruta prohibida o un monstruo temible. Mis expectativas crecían cuando leía sobre él, o le oía tartamudear en documentales. Un minuto de su baile y caes en sus brazos y patas de araña. Un solo minuto, en soledad y en penumbra, y creí ver la verdad, a mi edad, descreído de tantas fes. Hizo conjuros con su cuerpo, movimientos cargados de señales viejas y nuevas, de arranques subliminales, en un terreno onírico entre la fascinación y la mueca.

Como un ciego, Israel ha leído a oscuras la sensibilidad contemporánea y ha dejado que fluya por las venas del flamenco, pausado, mirando de reojo lo soez y la excelencia. Fluidez sobria, ironía, frescura de precisión milimétrica. Sin aspavientos, ni prisas ni vanidades. Hablaba con su cuerpo, decía lo que debía y acto seguido se escondía en la sombra, dejando brillar a sus compañeros. Israel, el nieto favorito del venerable flamenco, sentado en su regazo, le ha tirado de sus barbas y le ha hecho trenzas profanas con gomas de colores. Burlarse del abismo, jugar con lo atávico, templado, seguro, humilde y agradecido. Dejar fluir su realidad. Respeto y mesura tanto en la tradición como en la ruptura. Estirar las reglas hasta el límite, sin llegar a romperlas. Control espontáneo de su cuerpo entallado y algo macarra, grave y luminoso, siempre en su sitio. Placer casi doloroso, momentos de síndrome de Stendhal, vista nublada y falta de oxígeno. No supe si irme para no verle más o morirme en canal.


viernes, 2 de julio de 2010

Mundial de fútbol

Ajeno al furor nacionalista-deportivo, tomando una cerveza en un ático, de repente todo vibró, la cuidad crujió, coches claxonearon a coro, gritos roncos al unísono, petardos por el cielo. Me alegré mucho, pero seguí sin entender.


sábado, 19 de junio de 2010

Sónar 2010

El Sónar es una concentración de exclusivismo basado en hedonismo adolescente, pretendida actitud relajada y rabiosa vanguardia (música "avanzada" implica que haya otra "atrasada"). Es la oferta de un edén de sensaciones que proporcionará una importante rentabilidad social: el sonarista se unge en su entorno cotidiano con un halo de glamour, belleza y misterio, se convierte en un ser del futuro, fluido y bello. Poderoso. Vibración y masa.


A pesar de tanto espíritu vanguardista, la esencia del Sónar es muy vieja: el espíritu maquillado del circo, el artíficio compartido, provocar un estado de ánimo imaginativo y lejano de la realidad, un espacio flotante cargado de magia y energías invisibles donde se congrega un público dispuesto a creer. A creer que se puede vibrar, volar, dominar la naturaleza o ser poseído por ella, a creer en seres fantásticos y extraordinarios, en la magia y en lo incomprensible que nos rodea y que escapa a lo racional y cotidiano, donde reina la emoción, la magia, lo imaginario, lo irreal, casi religioso. La eucaristía multitudinaria del sonido hedonista. Guarda coherencia que una de sus sedes sean dos museos, lugares de artificio prestigiosos y elitistas.


La trascendencia, sin embargo, desaparece por el culto al instante, lo no permanente, la filosofía zapping y videoclip, el gozo engañoso de ser y estar, basado en estatus. Pretende ser un espacio de absoluta libertad, de alas postizas, polvos de purpurina en la cara, chanclas, gafas y sombreros. Y a la vez un espacio de un fetichismo elitista: las cintas de entrada y los pases Vip ostentosamente mostrados.


Como en cualquier otra feria de predicadores y fenómenos paranormales, el acceso a lo maravilloso y casi milagroso es exclusivo, comercializado, y supone cierto secretismo con respecto al exterior, el lugar de la ceremonia es un espacio físico cerrado y bien delimitado. Desde fuera apenas se entiende lo que ocurre allí dentro, es un entorno vendido como maravilloso fuera del mundo común.


En esta feria pude ver un haz de luz mágico elevándose hacia el cielo (Ryoji Ikeda), vibrando, ví un rayo saltando acompasado frente a mí (Burton y Roy), luchas de muñecos, bocas que sonreían al acercarme, pianos al ritmo de baterías feroces (Aufgang), sentí sonidos golpeando mi estómago y subiendo a mi pecho (King Midas Sound), vibraciones que erizaron mi piel (Dizz1), espacios cerrados llenos de energía intensa e intimidades frágiles al mediodía (BFlecha).


Según el Sónar, la utopía que venden es hedonista, cerrada, exclusiva, creando un flujo de fuera a dentro.

Yo prefiero soñar otra utopía gratuita, un Sónar epicúreo, abierto, inclusivo, fomentando el flujo de dentro a fuera.


Un consejo: si algún día asistes a esta ceremonia, llévate tapones para los oídos.



Flamenco Cajamadrid 2010

Talegón de Córdoba.

Voz seca de carácter cordobés, cante contradictorio, a veces demasiado poderoso, a veces florido sin necesidad. Lo más importante fue la experiencia de este testigo de otras épocas, una enciclopedia andante de la juerga. Fue una clase magistral camuflada de concierto, que entre canciones daba pistas de un pasado que sin ser aún historia, ya desaparece bajo el brillo de la Barcelona prediseñada: el Pescaílla, genio y motor en la sombra, Antonia la Singla, bailaora sordomuda de Sabadell (sordomuda y bailaora!), el Cabaret Emporio, las pensiones de la Calle Unión, Miguel de los Reyes y Bambino, el mecenas Alberto Puig, El Picoco, la Macarena, el Villarrosas. Nostalgia y calor.


domingo, 23 de mayo de 2010

Festival de Flamenco Ciutat Vella 2010


Sobredosis primaveral de flamenco, tan al norte del corazón.

En general el público recibió todas las actuaciones con entusiasmo milimetrado y previsible, guardando las formas del espectáculo. Nos hemos vuelto máquinas de respuesta homogénea?


19 mayo

Fernando Romero y Juan Carlos Lérida: Era la pieza que abría el festival, enfoque contemporáneo, tiempo inicial de brazos cruzados para desmontar expectativas y estructuras conceptuales. Performance basada en gestos reconocibles de flamenco. Un cantaor versátil y sorprendentemente abierto a experimentar sin renunciar a sí mismo, siempre en su sitio. Una viola de roda y una trompeta sintonizados enhebrando los tiempos y los movimientos con discreción. Dos danzantes, Romero bailarín preciso y limpio como un cutter, Lérida bailaor apasionado como una faca. Cutter frente a faca sin guión reconocible. Cuando la razón falla, sólo nos queda agarrarnos a la emoción. Vibramos, y aplaudimos, sin entender. No hizo falta. Lo mejor del día.


Lebrijano: su nombre resuena a solera y sello de garantía, un clásico que sólo puede mejorar con la edad. Pero no. A veces la edad es cruel, a veces es mejor retirarse aún fulgurante y dejar al mito crecer solo. La potencia de su voz apagándose era un poema nostálgico que me hirió. A veces es mejor olvidar lo que vemos y mantener el brillo limpio del recuerdo. O no, y aceptar nuestra condición humana, y hasta la de los grandes. Se le recibió y despidió con el cariño que la condición humana es capaz de dar.


Somorrostro Danza Flamenca: Un espectáculo de flamenco clásico, que nos recuerda el corset de donde venimos. ¿Por qué no me emocionó si la ejecución era correcta? El duende es caprichoso, y a veces no entiende de esfuerzos, por mucho que uno sude y zapatee.


20 mayo

Tócame las palmas (experimentación): tres mujeres entusiastas muy diferentes, las castañuelas complejas de Belén Cabanes, la espalda y brazos sorprendentes de Montse Sánchez, y las maravillosas cejas puntiagudas y al vuelo de Eli Ayala. Las tres siguiendo la voz, la batería y el bandoneón, tan amable, pidiendo permiso, susurrando y quitándole hierro al asunto. El guiso no me llegó a trabar.


Carmen Linares: ya estábamos a sus pies, junto a sus tacones rojos, a juego con la chaqueta. No hacía falta que hicera mucho, pero lo hizo. Tras templar la voz con la primera canción, fue creciéndose y creciéndose para nosotros a pesar de los problemas técnicos. Nos cubrió de fuego y jazmín, acunándonos con la fuerza y versatilidad de una madre de posguerra, inteligente, humilde, seria o alegre cuando se debe, bien acompañada por sus palmeros y el luminoso guitarrista Salvador Gutiérrez. El milagro por fin ocurrió.


Marco Flores: Lo tenía difícil. Veníamos del cielo, aún estábamos flotando, pensando que el mundo era un lugar intenso y maravilloso. De repente todo volvió a ser real. Me dispersé con sus gestos faciales, sus brazos flojos, su indefinición. Sus enormes manos quisieron hipnotizarme en la penumbra, pero yo acababa de ver un milagro.


21 mayo

Sonia Sánchez e Iván Góngora. Jugando con cosas serias uno se puede quemar. Iván juega con el aire irreflexivo, canalla y fanfarrón. Sonia barajea el dolor, moviéndose con la densidad de la tierra. Ambos resplandecían cuando bailaban juntos, ambos deconstruyendo las estrategias del flamenco para construir otra cosa, usándolo al servicio de otra sensibilidad (o quizás la misma?). Apenas había cohesión en este bloque carcomido con primor por ellos mismos, llenos de presente. Tan jóvenes y tan sabios! Esta vez quien se quemó fui yo. Inesperadamente se oyeron llantos de un niño al fondo, recordándonos lo básico del flamenco, la expresión del dolor y la magia de la vida.


Mayte Martín y Juan Ramón Caro. Una mujer con aspecto de cantaor antiguo y un guitarrista con pinta de heavy. No hizo falta más en el escenario para hacerme derrumbar en lágrimas de dolores viejos. Voz y guitarra retorciéndose como un encaje plateado de hilo fino. Mientras que su voz de hielo y cristal me abría en dos limpiamente, ella seguía sentada frente a mí, sobria y socarrona, con las manos blancas, sin una mancha de mi sangre. Una sobriedad que contagió al auditorio, apenas la jalearon, atentos a la caída líquida de su voz. Lo hizo todo limpiamente y a distancia, respetando profundamente las formas y tradición del flamenco, refugiándose tras la silla cuando saludaba, con una sonrisa que delataba que lo sabía. Y el guitarrista fue su cómplice. Fue ella, quien me hirió, lo juro.


Rocío Molina. No la conocía, pero sí a su fama. La bailaora revelación rompió mis expectativas en cuanto apareció haciendo la jaca: rubia, pequeña, gordeta y pija. Me dejó perplejo y enmarañado con mis prejuicios inútiles. Sobrepuesto, no podía quitar mis ojos de ella en cuanto aparecía. No era real, era un androide con cara de muñequita, con un control absoluto de su cuerpo, con fuerza y precisión maquinal. Puro esplendor geométrico mezclado con una energía sexual no explícita. No bailó flamenco, hizo lo que quiso, porque ella puede hacerlo. Espero que el tiempo no le dé sabiduría y poesía. En caso contrario, estamos perdidos.


Achilifunk. Un rumba Dj animado. Intenté bailar y pasarlo bien, pero no pude. La herida estaba abierta, y no era cuestión de bailar sangrando y fingir que no pasaba nada.


22 mayo

La Chana: Una abuela de pasado poderoso varada por la edad en un sillón barroco, y sin embargo nadie de los que la rodeaban estaba más vivo que ella. Sin moverse del trono zapateó y movió los brazos como ninguna. Sólo el amigo que invocó al final estuvo a su altura: Peret. Sólo él podía cumplir el milagro de hacerla mover sus caderas ancianas. El tedio y pudor anterior fue barrido de golpe con sencillez y saber. La fuerza y el duende les acompaña, aunque no les acompañe el cuerpo.


José de la Tomasa: Hombre recio, piel y sabiduría de campesino, su pañuelo de corazones al cuello, ofreciendo sus tonás como melocotones rojos y aterciopelados a quien quisiera quitarse la sed. Nos sentó a su lado y compartió todo lo que tenía en una mesa gastada, pan denso y crujiente, jamón seco casi negro, olivas rotas con sabor a monte, sal gorda, roscos de anís y aceite. Todo aderezado con su candor personal. Plenitud y sobriedad que no nos sació, a pesar de su generosidad.


Fraskito: Música ligera, como una cena de verano sobre manteles bordados, sin sobresaltos ni entrañas, tan sólo la pimienta profunda de los versos de Miguel Hernández. Un balancín agradable para aterrizar de nuevo en Barcelona.


Rumba Vella: Un final clásico, rumbitas que espantan la muerte. Bailar rodeado de brazos desnudos y caderas cascabeleando. Sólo faltaron unas sardinas y un poco de arena en los pies descalzos.


23 mayo

Al dia siguiente veo los andamios del escenario desmontado del Festival de Flamenco, el esqueleto de la ballena que me ha acogido y alimentado estos cuatro dias. Mi consuelo es que mi recuerdo no puede desmontarse. Todavía.