domingo, 26 de mayo de 2013

Ciutat Flamenco 2013: Fuera del cuadro, de Rocío Molina



El momento que llevaba tiempo esperando me pilló desprevenido. Fue en la calle, ante un grupo escaso de personas y bajo un sol lechoso. Rocío homenajeaba a Carmen Amaya muy cerca de donde ésta nació, en el Somorrostro.

Rocío fue sobria como acostumbra, manteniendo esa extraña disciplina. Sin abandonar su severidad la duda empezó a colarse por su corazón, dulcificando progresivamente su cuerpo hasta ramificarse hacia nosotros. Su cara se aferraba a la austeridad, pero era evidente que desde el principio ella había decidido poner sus zapatos y el corazón que yo creí helado en el fuego junto a las sardinas de Carmen.

Quizás necesitaba exponerse lejos de terciopelos y laureles, sin muchos testigos, quizás se permitió excepcionalmente ser cercana a su manera. Sea  como sea, por primera vez Rocío me dejó casi sin respiración.

viernes, 24 de mayo de 2013

Ciutat Flamenco 2013: El Niño de Elche



El Niño de Elche suele poner a prueba el flamenco, con su capacidad de jugar seriamente establece en el escenario un equilibrio mágico entre lo conocido y el abismo, su público asiste a estos autos de fe con cierta ingenuidad y acaba en sus manos, siendo otra materia que él forja y torsiona. Me pongo de nuevo en sus manos, soy testigo de un salto al vacío que provoca expectación permanente.

Hoy Paco estableció un diálogo imposible con otros bailes, lo hizo con curiosidad y algo de sorna, esperando a que ocurriera el milagro. Sus contrincantes mantuvieron la tensión por turnos, tres rounds de sudor, ósmosis y también incomprensión, un nuevo espacio arriesgado, fugaz, sorprendente donde se imbricaron cuerpo, baile, voz y cante.

Descomponer normas y purezas, deshilachar y volver a bordar de otro modo para ver qué ocurre, enfrentar el cante al bailaor, el flamenco a la danza tradicional irlandesa, a la noruega o a la danza contemporánea. Por un momento todo era posible y el espacio se hacía inmenso. De nuevo la sorpresa y el entusiasmo de ver un pequeño milagro.

jueves, 23 de mayo de 2013

Ciutat Flamenco 2013: Danzaora-Vinática de Rocío Molina



Rocío tiene el esplendor de un compás severo que parece poseerla. Su perfección casi mecánica llega a asustarme, nunca sé hasta qué punto ella maneja con maestría la danza o es la danza la que como un espíritu acaparador utiliza su cuerpo para expresarse furiosa y desfogarse.

Cada vez me interesa menos "el qué" y más "el cómo". En Rocío me pesa más ese "qué" dominado frente al "cómo" aún por definir, la razón matemática sigue imponiéndose al corazón. "El qué" de Rocío Molina sigue siendo impresionante, ella domina la técnica como ninguna, fría y sobrecogedora. "El cómo" en este espectáculo es una búsqueda valiente y sincera que no me emociona aún.

Afortunadamente en la certeza incuestionable de su técnica empieza a brotar una duda, una búsqueda que promete mucha fertilidad. Es cuestión de tiempo.

martes, 14 de mayo de 2013

Baño de masas


Medio millón de personas en la calle en medio de la peor crisis en años. Medio millón movilizadas en un sólo día para celebrar un triunfo deportivo. Puro estupor. Me refugié en casa, asustado por el fragor de los vencedores de algo que no entiendo, alérgico a un nacionalismo soterrado, cada vez más basado en buscar enemigos que en ser. 

Los titulares de hoy eran previsibles. Cuando leo "baño de masas" se me enciende una luz de alarma urticante, miro a la gente para intentar entender Nuremberg, Times Square, el Coliseo o la Plaza Roja. Entender, como decía Hannah Arendt, quien también nos avisaba del peligro de dejar de pensar. Entender en medio del confeti blaugrana y dorado.

Desconfío del "mainstream", esa corriente principal que nos dice hacia dónde mirar con la fuerza de la mayoría, como ese Colón que señala hacia una globalización oscura que aún arrastra desequilibrios. "Esto es brutal", decía Iniesta. Estoy de acuerdo, una barbarie.

jueves, 2 de mayo de 2013

Primero de mayo


Como cada año hice el esfuerzo de creer, me acerqué a escuchar viejas consignas revolucionarias que conservan un extraño olor a sacristía, megáfonos condenando el pecado capitalista y anunciando la redención. Detrás de la manifestación un equipo de limpieza barría la ideología desparramada para que nadie se manchara ni resbalara. De nuevo quería creer, pero hoy un mazazo inesperado demolió mi solar de las utopías. 


Hoy los truenos negros del azar han rugido demasiado cerca, lo grandilocuente se esfumó de improviso y la escala de mi ambición bajó a lo más básico y primario, de golpe conservar la vida era la verdadera utopía. Hoy quiero ser corazón para bombearte alegría y esperanza, verte como uno de mis esquejes, creciendo y reverdeciendo, hoy he imaginado un abrazo tuyo, sonriendo, y he pedido de nuevo por tí a mis santos. 

Sigue, por favor, hasta tu victoria, con tu pasión de siempre.