domingo, 21 de noviembre de 2010

Tierradentro - Inzan - Popayán - Cali


El mercado de Inzán, colgado sobre una ladera en medio de montañas poco accesibles, no es gran cosa, pero reúne a campesinos de alrededor, lo que es impagable: indios, mulatos, indígenas buscando herramientas o trayendo sus productos. Van y vuelven cargados sobre las "chivas", camiones enormes pintados de colores. Exotismo puro y cotidiano. Me ofrecieron frutas tropicales, libros de magia negra, panes de yuca y maíz, truchas para mejorar la vista, botas de plástico para los charcos.


Popayán fue una parada breve tras una carretera tan bonita como peligrosa. Visité sus calles blancas y enrejadas como en Andalucía, sus iglesias llenas de dolor y sangre, y sus pequeños museos, como el de Historia Natural, con vitrinas de animales disecados, fascinante quietud reseca rellena de serrín, algo carcomida y de brillo acartonado, el sueño decimonónico de la clasificación y el control de la naturaleza.


Llegué a Cali de noche, cuando es más amenazante. He dado una pequeña vuelta por una zona de marcha pija, sólo he visto poses clasistas y camaradería de clase. Me recordó el museo de horas antes. Hay algo de taxidermia en esta fauna, un punto de artificio, aislados, estéticamente colocados y repeinados. No negaré la belleza legendaria de las caleñas, pero su altanería e inmovilidad barnizada no les favorece.

3 comentarios:

  1. Libros de magia negra... macumba!!! Compra uno, que nunca se sabe cuándo se va a necesitar.

    Veo que estas viviendo, más que viajando. Muy bien, Pedro. Espero que sigas disfrutando del viaje tanto y que te impregnes de la magia de sus gentes.

    Un abrazo fuerte, esperaré con impaciencia el siguiente capitulo del libro de las maravillas...

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  2. ... its art galleries and its fame for being the bohemian centre of regional artists

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  3. Ya me gustaría haberlo comprado pero me cobraban una barbaridad! Abrazos!

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