viernes, 2 de julio de 2010

Mundial de fútbol

Ajeno al furor nacionalista-deportivo, tomando una cerveza en un ático, de repente todo vibró, la cuidad crujió, coches claxonearon a coro, gritos roncos al unísono, petardos por el cielo. Me alegré mucho, pero seguí sin entender.


No hay comentarios:

Publicar un comentario