martes, 10 de enero de 2012

Gran Canaria: Reincidencias

Me propuse no volver a hacerlo, pero esta vez iba mentalizado. Volví a volar con Ryanair, no me quedó más remedio al decidirme tan tarde. Viajar con esta compañía nos sumerge en la jungla más liberalista, la venenosa "economía de la escasez", un caldo tibio de competitividad cargada de egoísmo y debilidades, el yo lo vi primero, el sálvese quien pueda, el yo no soy tonto (y tú sí, claro).

¿A qué fin esta lucha contagiosa si hay asientos para todos? Basta un viaje con Ryanair para que la fe en la sociedad y en el bien común se tambaleen peligrosamente. Y que no manipulen, esta no es la sociedad, ni la naturaleza humana. Ryanair es el ejemplo de que todo está conectado, las formas cicateras de esta compañía fomentan esta deshumanización.

Gran Canaria. Siempre se vuelve al lugar del crimen, dicen. Aquí pasó parte de mi infancia y hacía tanto tiempo que lo único que recordaba con claridad era el Teide a lo lejos, el resto eran recuerdos desleídos, aferrados a fotos en blanco y negro. Fue una semana bien aprovechada, hubo de todo, soledad y buena compañía, mar y montaña, rural y urbano, frutas y quesos, museos y valles.

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