sábado, 21 de enero de 2012

Albert, Senen y Xavi

Albert es un ser pleno, casi desbocado bajo esa apariencia elegante y tranquila. Conecta gente y mueve la vida con facilidad, en un plis hace pócimas de sensibilidad y amistad. De nuevo me invitó a participar en una de ellas, un sarao flamenco en la bodega que regenta.

Senen tiene pinta de panadero, y podría haberlo sido, honesto, bonachón y de grandes manos, pero le puede ese punto vividor. Su cante también sería panadero, pero le gusta pasearse por la noche, así que nos quedamos con la miga de su voz y su sonrisa acogedora.

Xavi podría ser el hijo pícaro de Camarón, desprende buen rollo con un fondo oscuro que le hace más atractivo. Sin cesar busca en el fondo de su guitarra, con alegría y concentración. No se conforma con los palos tradicionales y escarba en malagueñas, romeras o guajiras con la complicidad necesaria para el cantaor.

Había olvidado que el flamenco también existe sin micrófonos, ni focos ni escenario, cercano y des-espectacularizado. Los tres me hicieron sentir en casa. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario