jueves, 29 de marzo de 2012

Irene y la Huelga General

Hoy hacía un día maravilloso de primavera, difícil resistirse a disfrutarlo, así que quedé en el parque con un amigo y su hija Irene. Mientras ella correteaba por el césped nosotros hablamos de nuestras vidas y, cómo no, de la crisis. Cuando sea viejo podré decir a mis nietos que vi caer el Muro de Berlín, las Torres Gemelas y el Estado de Bienestar. Ser testigo de este desmantelamiento social es desasosegante, por eso hoy habría hecho huelga si hubiera podido.

Luego fui a la manifestación a pesar de saber que al final me encontraría irracionalidad y cobardía a ambos lados del tablero. Mientras que los ganadores miran moverse las piezas desde los barrios altos, en la ciudad vieja se enfrentan perdedores y perdidos, unos enmascarados, otros frivolizando, muchos supurando rencor e injusticia. Plaza Catalunya y el Corte Inglés eran defendidas casi como símbolos nacionales. El Estado defendiendo un negocio mientras los servicios sociales son expoliados.

Sin lugar a dudas la actitud más revolucionaria del día fue la de Irene, quien decidida y paciente practicó con entusiasmo contagioso lo que acababa de aprender: cómo subir y bajar un escalón. Tiene 15 meses y toda una vida por delante. Espero que no sea peor que la nuestra.

1 comentario:

  1. Me parece sorprendente, por lo acertado y oportuno, cómo has concatenado los tres sucesos: La caída del Muro, el 11-S, el desmantelamiento del Estado del Bienestar. Leyendo a Fontana he confirmado, ya que no puedo del todo decir que he descubierto, que los tres forman parte de una misma secuencia perfectamente concatenada: Los dos primeros han sido condiciones necesarias para llegar al tercero, que es el más importante. Últimamente, para hacer este tipo de reflexiones en la Red, acostumbro a quitarme el pañuelo afgano y ponerme el antifaz, pero hoy me arriesgaré y haré una excepción; aunque creo que no debería, dados los tiempos que corren...
    Un saludo!!

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