lunes, 31 de octubre de 2011

Haridwar


No podia creer tanto jaleo a las 6 de la manyana. Como un resorte me vesti' y segui a los fieles hacia el Ganges, me quede' alli atrapado varias horas: sadhus, familias, sacerdotes caseros, barberos, vendedores. Risas, rezos, refuerzo de los lazos familiares, cada uno vivia la ceremonia a su gusto, serios y ortodoxos o como un juego festivo.
Al Ganges le ofrecen de todo, flores, cocos, telas, leche, cabellos, velas, incienso, monedas. Todos hacian sus abluciones, banyarse aqui' significa el perdon de los pecados. Los fieles salian tiritando de frio, quizas por no tener ya el calor que genera la culpa. De repente me sorprendi como un peregrino mas, con mis pies dentro del rio y mirando al sol.

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