lunes, 31 de octubre de 2011

Camino a Badrinath

Pense' que estaba en un transporte publico, pero realmente estaba jugando a la ruleta rusa sin saberlo. Mi autobus escapo' al vacio a pesar de adelantamientos locos, derrumbes frecuentes de tierra y de la propia carretera, rebanyos de todo tipo, baches como crateres, y enormes trailers de frente en una carretera estrecha que bordeaba barrancos de vertigo, 12 horas freneticas y bien agitadas dentro de un trasto viejo pero resistente lleno de peregrinos indios y un extranjero.
Pero no todo ha sido sudor frio y estomago encogido, los paisajes eran espectaculares y los viajeros acabamos siendo una comunidad, incluidas las senyoras que vomitaban todo el tiempo. Una familia por un dia.

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