jueves, 3 de diciembre de 2009

Londres 2009

Londres es buen sitio para estrenarse en el arte de viajar, pero poco apropiado cuando uno ya tiene polvo en la mochila y el ojo entrenado en exotismo. Aún no lo había visitado, siempre encontraba destinos más atractivos y baratos, pero no podía aplazarlo por más tiempo.

Me encontré una ciudad orgullosa, encorsetada, esclereotizada y mitificada, una capital decadente que mantiene las formas en su lento declive y que, como el resto de ciudades europeas, se aferra a una identidad tópica y reconocible, aunque no se ajuste a la realidad. A estas alturas de la globalidad, su carácter de metrópoli ya no es tan intenso ni sorprende, su cosmopolitismo es rutinario, su urbanismo un mero recuerdo de la época pop, su actividad cultural parece discreta. Me pareció un dinosaurio cansado. O quizás es que me hablaron demasiado bien cuando aún era joven e impresionable.


No hay comentarios:

Publicar un comentario