jueves, 10 de diciembre de 2009

Argentina I 2009

Barcelona

13/11/2009

Siempre me miro en el espejo, mochila en ristre, justo antes de salir de viaje, quizás para poder reconocerme a la vuelta. Nunca quise ir a Argentina, demasiado europeo. Me engañaba a mí mismo para evitar un viaje “obligatorio”. En una semana decidí e improvisé el viaje.


Montevideo

14/11/2009
Llegada a Montevideo. Vegetación exuberante pero clima más agradable que el trópico. Calabazas de mate en la mano y termos bajo el brazo. Saco billetes de barco, visito el centro, un mercado, calles cuadrangulares, el Río de la Plata mar café con leche de la tierra del interior. Luz limpia y nueva. Muy dulce.


Buenos Aires

14/11/2009
Llego el sábado por la noche en barco con retraso, sin sol, sin pesos argentinos y sin hotel. Ni un taxi puedo tomar. Recuerdo de NY, pero más amenazante por desconocer sus reglas, me dejo engullir con paso rápido.


Llego andando hasta San Telmo, gente de fiesta llenan los bares, en la calle grupos organizados rebuscan en la basura: unos metal, otros papel, industriosos y ajenos a la realidad que tocan pero a la que no pertenecen. No puedo derrumbarme en el hostel, tengo urgencia por visitar la ciudad. Es la noche de los museos, visito el museo penitenciario. Extraño y morboso.


Buenos Aires

15/11/2009
Día de domingo en BsAs. Me lo tomo con calma jetlágica. Visito mercadillos, antigüedades, artesanía y curiosidades. Mucha gente buscándose la vida (estatuas vivientes, cantantes de tango, magos vendiendo el secreto de sus trucos, artesanos mostrando sus habilidades) y muchos más curiosos y turistas alrededor. El ingenio de la necesidad y la rentabilidad de los patrones anquilosados del turismo. Cómo la población de un país culto, de gran riqueza en materias primas, con un pasado próspero, puede encontrarse en esta situación? Víctima del liberalismo? Es duro ver tanta necesidad y tanto rascacielos.


La plaza de Mayo es más bonita de lo que sospechaba, vibrando aún las madres de los desaparecidos. A veces la utopía es posible. Al lado está la Catedral con la tumba sacralizada del General San Martín, el impulsor de la independencia, mitificado en historias épicas nacionalistas. Más bella era la jacaranda que explotaban en un vibrante azul-violeta en medio de la plaza.


Y es que aquí es primavera! Las calles están llenas de árboles vibrantes y de una arquitectura que recuerda a París y Nueva York, racionalismo, art déco, art nouveau. El antiguo esplendor. Un placer pasear por aquí.


Por la tarde, sol radiante y más de 100 posibilidades culturales para ver, pero elijo visitar a Grace, amiga de una amiga, en Recoleta, el barrio pijo, que está tomado (literal) por la policía: grúas retirando coches, cadenas de policías cerrando calles, coches armados militares, helicópteros sobrevolando... Todo porque viene de visita el primer ministro israelita.


Ps: Estoy alojado en el Hostel Tango, un poco cutre, barato y bien situado en S Telmo, cierto aire de familia entre los huéspedes. Contactos que me dan info vital sobre mis próximos destinos: 3 chicas de Bcn que llevan desde Mayo viajando... Cómo se lo monta la gente!


Bs-As

16/11/2009
BsAs en lunes es el caos! humos, ruidos, manifestaciones que cortan el tráfico y provocan atascos colosales, caras serias y resignadas, muy parecidas a las que vi en ex repúblicas soviéticas tras la caída de la URSS. Frente a esta agresividad, el barrio de Palermo es una isla amable, llena de diseño y vida apacible.


He estado preparando los siguientes días. Salgo esta noche para Puerto Madryn, en la costa patagónica, para intentar avistar ballenas. De allí partiré para Rio Gallegos, casi en Tierra de Fuego y de nuevo a El Calafate.


Puerto Madryn

17/11/2009

Tras 19 horas de autobus, atravesando la Pampa y adentrándonos en la Patagonia, llego a Puerto Madryn.

Los autobuses argentinos (los caros) hacen facilísimo viajar: Mi asiento era casi una cama con comida incluida. Lo peor es el volumen de las pelis que ponen, una tras otra, sin descanso, alimentados como pollos en una granja. Un antifaz y unos taponcitos y a dormir! solo me he despertado cuando amanecía en un espacio desolado. Hice foto como pude y seguí durmiendo.


Carreteras rectas interminables, cóndores volando, coches abandonados, alguna vaca y matorral bajo. Apenas ciudades, ni viviendas ni nada de nada. Las gasolineras son espejismos. De vez en cuando, al lado de la carretera, hay unas pequeñas casitas rojas, como de perro, rodeadas de papeles de colores, y otras de botellas de agua. Santuarios?


Mediodía ventoso, la ciudad parece un asentamiento de colonos del siglo pasado: calles cuadriculadas y desiertas, muchos edificios bajos y a medio hacer. El océano limpio y oscuro, la tierra plana y árida. Todo da sensación de desolación. Por la noche todo cambia, los locales pasean y los turistas buscan restaurantes baratos, ambiente festivo casi de verano.


Mañana tengo un tour para avistar fauna marina, entre ellos ballenas!!!

Pd: estoy en el hotel Vaskonia, baratillo, como siempre.


Península Valdés

19/11/2009

Ayer fue momento de relajarse: iba en un tour organizado al Parque Nacional Península Valdés.

Grupo joven de 10, guiado por una mujer madura con un ingles pobre pero suficiente para entenderse y ser divertida.

Recorrimos 400 km por un paisaje lunar para ver animales terrestres (el roedor mas grande de América, una especie de avestruz mas deslucida que la africana, un tipo de llama bellísimo, lechuzas y pájaros de cantos embaucadores) y algunos animales marinos: pingüinos enanísimos y habituados al turismo, lobos marinos y elefantes marinos tomando el sol en la playa como enormes sardinas panzudas varadas en la arena (impresionantes los sonidos: estornudos, protestas, riñas, bostezos, dentelladas). Pero las grandes estrellas eran las ballenas!!!!


Las crías que venían curiosas a nuestra barca, como enormes perros parecían olernos! Mientras, las madres venían a amamantarlos, se acercaban tanto que cuando respiraban nos empapaban! Saltos enormes, movimientos sinuosos de sus cuerpos, colas al aire, golpes de aletas, morros llenos de moluscos marinos.

Impresionante ver e intuir 6 o 7 enormes animales de toneladas de peso alrededor tuyo, por debajo de ti!. Hay algo extraño y místico en el avistamiento de ballenas, casi paranormal o religioso, algo de esperanzador en todo esto, como si la conexión fuera posible, una especie de comunión extraña. Una buena experiencia.

La tarde fue tranquila, paseando por la playa, sobreponiéndome a la experiencia hasta que llego la cena: vieiras a la plancha y cazuela de marisco con todo el sabor y el frescor del Atlántico Sur. De postre un enorme helado de dulce de leche. Me sentí ballenato goloso.


Acabé el día en un cine de provincias con pantalla enorme, sin olor a palomitas ni a refresco, oyendo el ronroneo del proyector, viendo Los abrazos partidos de Almodóvar. A miles de km, me sentí como en un cine de España por dos horas. O incluso mejor.


Ahora (13:30) tomo un bus hacia Rio Gallegos, llego allí a las 6:00, y enlazaré con el primer bus a El Calafate. Del mar a la montaña.


El Calafate

21/11/2009

Esta vez el viaje de autobús ha sido sólo de 15 horas, más 2 de espera y tomar otro bus, otras 4 hasta El Calafate. El cambio de bus lo hice en Rio Gallegos, lo más al sur que nunca he estado, sensación extraña de ser indiscreto. Por el simple hecho de estar tan cerca de Ushuaia, Rio Gallegos debería ser especial: tener sus calles atestadas de vicuñas, tener un aire perfumado y oscuro, sus habitantes deberían vestir un gorro distintivo según su estado de ánimo. Pero no, es un pragmático campamento colonial.


De nuevo el paisaje repetido como un mantra testarudo. Darwin y Chatwin fliparon con el paisaje de Patagonia. Eso es porque no estuvieron en Zaragoza. Patagonia no deja de ser un Monegros de miles de km.


Y El Calafate es como un pueblo turístico de montaña, montañeros de lujo y otros pobres, cada uno en su sitio. Es una población muy reciente y sigue creciendo a causa del Parque Nacional de los Glaciares. Donde hay espectáculo, hay turismo. Sobre todo extranjero. Mañana lo veo cara a cara. Me he comprado guantes y gorro para soportar el frio extremo y el viento helador.


He de confesar una debilidad que ha aumentado desde que estoy en Argentina: Por el dia mantengo el tipo, soy una persona decente, controlo mis pasiones. Por la noche es otra cosa, mis frenos se diluyen y busco mi propia perdición. Sé que en cada ciudad hay una esperándome, y aunque dude, tengo el olfato para encontrarla y acabo sucumbiendo. Después de cenar finjo pasear digiriendo la cena, pero en secreto busco esas luces encendidas por la noche, el trasiego discreto a su alrededor, los coches parados. Es inconfundible, no falla, hay muchas posibilidades de que ese lugar sea una heladería. Las heladerías argentinas son muy parecidas a las italianas, pero más impúdicas y caseras. Los helados son untuosos, en su punto de frescor y de sabor intenso. Los de fruta mejoran a la propia fruta. El de dulce de leche puede llegar a ser sublime, y una perdición si le añaden nuez (hoy he tripetido, mea culpa, espero poder dormir).


Ps: Mañana, despues de ver el glaciar me voy a El Chalten, menos masificado, más para escaladores. Paso un par de dias y el martes vuelvo a BBAA.


Glaciar Perito Moreno

22/11/2009

Hay gente que le defrauda. Yo no estaba preparado para esto, pasé 6 horas hipnotizado frente a él. De camino a este glaciar, en medio de una estepa desolada, en el extremo sur de America, me preguntaba qué diablos hacía yo aquí visitando un glaciar. De repente, no sé por qué, pensé que ese glaciar era mi alma, y hacía este larguísimo viaje para vernos cara a cara.


Es un ente fuera de medida, algo así como ver a Godzilla (al padre, o al abuelo o a todos juntos!), no te abarca la vista. Blanquísimo, con sombras azuladas y un poco de suciedad. Cruje frecuentemente y a veces enormes placas caen por el efecto del calor y el avance del glaciar (2 metros por dia!), entonces es la sublimación de la destrucción, cierto recuerdo al 11S. Un ruido como de cristales o de leña rota, ocupando todo el valle y encogiendo los corazones. La terribilitá y lo sublime romántico a la enésima potencia.


El Chaltén

23/11/2009

A 3 horas de El Calafate por una carretera desolada, El Chaltén es la base para excursiones de montaña alrededor del mítico Fitz Roy (yo no lo conocía), turismo menos masificado, más implicado y específico. Es un pueblo campamento donde aún parece vivirse una utopía íntima. Asistí a un concierto local lleno de familiares, desde las abuelas jóvenes de ropa ancha, pasando por leñadores con piercings y mujeres con mallas y rastas, hasta los niños inquietos y coloradetes.


Dos dias haciendo excursiones por esta zona, bosques de hayas patagónicas de hojas brotando, cóndores y un sol bendito (nevaba hace 3 días). La temperatura nocturna: 2 graditos! El Fitz Roy es tan fotogénico como esperaba, los pequeños glaciares rugen como los grandes, las flores son pequeños soles, el crujir de la nieve bajo las botas, el frío cortando las mejillas, los ojos expandidos en las panorámicas.


Ps: Mañana salgo a BS AS y pasado hacia Iguazú: del frío polar a las junglas casi amazónicas.

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