viernes, 19 de abril de 2013

Paul Klee en la March



No era santo de mi devoción, había cierta rigidez en su expresión. Me desarmó con el titulo de un cuadro: "Crecimiento de las plantas". Esta obra resumía parte de sus objetivos en el arte: la naturaleza, las progresiones geométricas, la experimentación. Entendí la ambigüedad de su racionalismo contaminado por la observación de la naturaleza, una mezcla extraña que me dejaba sin saber a qué atenerme. 

Y más allá de su obra está su biografía. Imaginar su vida en la Alemania de entreguerras, las sinergias con su mujer pianista, su amistad con Kandinsky, la experiencia como profesor en la Bauhaus, el inicio del nazismo siendo él judío... 

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