sábado, 13 de octubre de 2012

Hoces del Duratón


Entre páramos desnudos aparece sin avisar este humedal escondido en una grieta verde. Lo visitamos desde arriba, en la frontera donde el contraste es más evidente. Allí los buitres planean o descansan sobre los acantilados y bandadas de pequeños pájaros sobrevuelan las copas de los árboles mientras que las rapaces permanecen al acecho.  

Para obtener otra perspectiva bajamos a la grieta frondosa e intentar entender este espacio desde dentro. La variedad vegetal no era muy grande, álamos principalmente, bojes y sabinas pero no dejaba de sorprender tanto verde y agua en una tierra tan seca.

La excursión acabó en Sepúlveda, desparramada sobre una loma y ocupada por iglesias menos concurridas que los mesones y asadores del lugar, abarrotados de familias.

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