En época de crisis es habitual mirar atrás y revisar lo que fue
rechazado, buscar nuevas respuestas en aquello que creímos que no servía.
Nuestra cultura ilustrada y descreída encumbró la lógica simple de la razón y
condenó al exilio a todo lo intangible que explica y maneja otra realidad sutil.
Caixafórum Madrid conecta la sospechosa tradición chamánica con la más aceptable
del arte para guiarnos en lo ruidoso y monstruoso, en lo desconocido y temido,
en el peso simbólico que nos acompaña sin saber. Un juego de espejos extraño
que ha de ser recorrido con la mente en blanco y la piel florecida. El ruido,
el temor, el monstruo están dentro de nosotros, y negarlo sólo retrasa lo
inevitable.
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