lunes, 6 de diciembre de 2010
Bogotá IV
El ambiente de la ciudad era ocioso y prenavideño. He vivido la experiencia de un rally urbano en una buseta, aprender en el Botánico el nombre de árboles ya conocidos durante mis excursiones, sorprenderme con el ambiente de las clases medias-altas y despedirme de amigos que me han acogido como familia.
La cuenta atrás ha comenzado y apenas me queda tiempo para todo lo planeado.
jueves, 2 de diciembre de 2010
Villa de Leyva
Bogotá - Zipaquirá
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Rio Claro
lunes, 29 de noviembre de 2010
Medellín II
De nuevo locura urbana. Día de visita al Jardín Botánico, a un cementerio céntrico, a las calles comerciales y al cerro Cutibara. Pero lo mejor vino por la noche, por fin pude salir de marcha!.
Lo hice con Augusto, argentino de 30 años, recién despedido del trabajo y aprovechando para viajar desde Venezuela hasta su país bajando por la Panamericana. Fue divertido vivir la noche. Primero cenar con mariachis ambulantes en una terraza, y luego rumbear por la zona de la 70. A la entrada del bar nos registraron, no se permitía la entrada con armas. Un consuelo. La música no podía ser otra: salsa, cumbia y vallenato. La bebida es aguardiente en combinado y con mucho hielo. La forma de relacionarse es diferente, más directa y sin apenas conversación mientras bailan, concentrados en acoplar sus cuerpos con el ritmo, el volumen de la música tampoco ayuda a conversar. La iniciativa la tiene el hombre, así que las mujeres esperan a ser elegidas. Algún dia cambiará, y entonces podemos prepararnos.
domingo, 28 de noviembre de 2010
Medellín
Sus museos son interesantes, pero no tanto como las calles bulliciosas. Obras de Botero eran observadas por Boteros reales y de improviso un Miquel Barceló me conectó África con Europa desde América. Las iglesias estaban abarrotadas a cualquier hora, con un fervor inusitado. La ciudad se mira complacida desde los brillantes teleféricos, la activa Biblioteca de España es un alienígena arquitectónico que funciona en medio de un barrio pobre. Niños jugando alrededor de militares armados.
viernes, 26 de noviembre de 2010
Manizales
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Pereira
martes, 23 de noviembre de 2010
Valle de Cocora
lunes, 22 de noviembre de 2010
Cali
Salí pronto de Cali para Armenia y de allí a Salento, un lugar turístico de montaña atestado de turistas locales de fin de semana. En la plaza de este pueblo he cenado trucha y patacón, frente a un guarda de seguridad con un parche en el ojo, polillas brillantes y cocineras cantando rancheras.
Estoy fascinado por la vida y costumbres de las pulgas. No entiendo cómo la que se ha encaprichado de mí es capaz de seguirme en mi frenético viaje, ni sus horarios alimenticios. Inevitable sentirme identificado con las tallas de cristos caídos y carcomidos de las iglesias coloniales.
domingo, 21 de noviembre de 2010
Tierradentro - Inzan - Popayán - Cali
Popayán fue una parada breve tras una carretera tan bonita como peligrosa. Visité sus calles blancas y enrejadas como en Andalucía, sus iglesias llenas de dolor y sangre, y sus pequeños museos, como el de Historia Natural, con vitrinas de animales disecados, fascinante quietud reseca rellena de serrín, algo carcomida y de brillo acartonado, el sueño decimonónico de la clasificación y el control de la naturaleza.
Llegué a Cali de noche, cuando es más amenazante. He dado una pequeña vuelta por una zona de marcha pija, sólo he visto poses clasistas y camaradería de clase. Me recordó el museo de horas antes. Hay algo de taxidermia en esta fauna, un punto de artificio, aislados, estéticamente colocados y repeinados. No negaré la belleza legendaria de las caleñas, pero su altanería e inmovilidad barnizada no les favorece.
sábado, 20 de noviembre de 2010
Tierradentro
viernes, 19 de noviembre de 2010
San Agustín - Tierradentro
Tierradentro está entre montañas y es conocido por sus tumbas subterráneas de casi 2000 años. Su naturaleza no es tan espectacular, pero se combinan bien naturaleza y cultura, en un circuito de 5 horas de caminata por las montañas. Además hay cerca asentamientos de indígenas Páez, con sus bombines, ponchos, faldas de azul eléctrico y botas. Sorprendentes!
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Bogotá - San Agustin
Decidí seguir la ruta sur, más discreta y solitaria que el espectacular norte (Cartagena, Tayrona, Ciudad Perdida). Había olvidado ya el extraño placer de estar 12 horas en tres autobuses con música a tope para recorrer 530 km de camino a veces tortuoso y otras frenético, con dolor de rodillas y todos los esfínteres debidamente cerrados. Pasar poblaciones con sus mercadillos, bares de carretera, vendedores ambulantes de productos locales, controles militares, moteles para parejas, entierros con mariachis (está de moda, me decían). Iba al desierto andino de Tatacoa, pero a mitad de camino decidí pasar de largo y seguir hasta San Agustín, una zona arqueológica en los Andes orientales, cerca de Ecuador. Llegar de noche con el cuerpo desencajado, con ganas de nada y de todo: comer, beber, dormir.
La tarde pasó esperando un bus local que llegó lleno de campesinos, niños, abuelas y sacos, sin un hueco para un turista. Me eché a andar sin rumbo fijo, saliendo del pueblo. Un vendedor de esmeraldas me proporcionó un guía de 13 años para visitar bajorrelieves en la garganta del Río Magdalena. Un guía sirve sobre todo para ver el país a través de sus ojos, así que no paré de preguntarle cosas mientras andábamos por barro hacia un paisaje espectacular de laderas cubiertas de cascadas. Volví al atardecer de cielo despejado, custodiado por los perros del barrio y algún carromato.
lunes, 15 de noviembre de 2010
Bogotá III
domingo, 14 de noviembre de 2010
Bogotá II
De día Bogotá asusta menos. Hay un ambiente fértil (humedad, verdor fascinante y desconocido, parejas apasionadas en público) y también opresivo (pobreza, policía ubicua muy visible). La ciudad se divide básicamente en zonas seguras y no seguras. Todos la perciben así, imposible no entrar en ese juego algo siniestro. En Colombia la alegría y el miedo son especialmente contagiosos.
Subo al mirador de Monserrate. Mirando desde arriba la ciudad fundada por los conquistadores soy consciente del uso de la ciudad como instrumento de control social.
Quedo con amigos colombianos, tan amables. Me enseñan
Su hijo Juan fue la estrella brillante y discreta, de profundos ojos negros y de alegría tranquila. Juan es empático, asertivo, cariñoso y casi un chamán. Una vez le dijo a su madre: "vosotros no me trajisteis, yo os elegí". Y también "tú eres la diosa águila que me enseñó a volar". Con 6 años de edad.
De noche paseé por una Candelaria extrañamente solitaria, las basuras estaban desparramadas por las calles, los pobres eran los responsables de ese desorden, hurgaban en ellas para obtener su oro reciclable: latas, botellas, chapas, alguna ropa, un bocado. Quizás no tuvieron una diosa águila como el niño Juan.
sábado, 13 de noviembre de 2010
Bogotá I
Siempre ocurre igual, después del viaje llego muerto a la habitación y un resorte interno termina haciéndome salir para darle un tiento a la nueva ciudad anochecida.
He visto el Septimazo, actividad participativa en la calle 7a, desde vender artesanía, pasando por comida rápida, hasta actuaciones de malabares o de grupos de música. Toda la calle llena de ganas de vivir.
Me sorprendió mucha policía, pintadas revolucionarias (por qué en América parece tan posible la utopía?), tres jóvenes en medio de la calle golpeando a otro haciendo ruidos sordos, dos borrachos jugando a ajedrez...
Estoy en Alterego Hostel, estratégicamente situado en el barrio colonial de la Candelaria, nada del otro mundo pero muy atentos, cama por 9 euros.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Colombia 2010: Preparativos
aunque nuestra sociedad insista en integrar el viaje
como algo normal y parte de nuestra vida.
Esta vez no quería irme de viaje.
Estamos obligados a viajar?
Quizás lo revolucionario ahora sea parar.
Por qué Colombia?
porque es un destino poco turístico,
cálido por la gente y por el clima,
con naturaleza y cultura interesantes.
Tengo mucha curiosidad.