La generosidad de los artistas no se demuestra sólo cuando cantan más bises. No es un secreto mi debilidad por Mayte Martín, poderosa, elegante y sensible. Ella además demuestra ser generosa abriendo la puerta a las nuevas generaciones.
En el Bar Mediterráneo,
y de la mano de Mayte se abre una puerta para los alumnos de la Esmuc, con su
energía, ilusión y proceso de aprendizaje. Una ocasión para ver hacia dónde pueden ir las
cosas en el futuro. De todos los que cantaron esta noche aprendí algo, y de entre ellos me sorprendió Jordi
Fornells, medio en serio medio en broma, investigando
y divirtiéndose con una mezcla de tradición y modernidad (martinete en catalán, belachao por bulerías!).
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