Las tendencias sociales actuales apuntan al mestizaje, surgen fenómenos complejos, como la banca ética, la cocina fusión, la heteroflexibilidad o el movimiento queer. La realidad escapando de taxonomías cerradas.
Los huertos urbanos forman parte de esta mezcla de mundos en principio irreconciliables y que desafían los prejuicios. Yo esperaba neohippismo, rastas, piercings y encontré familias normales con una inquebrantable fe en un futuro diferente, encarnado en sus hijos e hijas.
Este domingo envasamos salsa de tomate de la abuela, compartimos una comida sencilla y sabrosa, hablamos de alimentación y de consumo responsable con una cotidianeidad y sencillez revolucionaria. Y de postre asistimos a una obra de teatro en la que los reyes magos eran reinas, y el niño jesús era una niña.
Todo bajo unas preciosas nubes de otoño y la mirada sorprendida y curiosa de los vecinos, aún desconfiando sin saber que tienen el futuro al lado.
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